Mi lista de blogs

DESNUDA OSCURIDAD

martes, 8 de febrero de 2011

LA VERGA

¿Es el vocablo «verga» una mala palabra? Para que la discusión termine sin que nos mandemos allá mismo, me he propuesto hacer una explicación adecuada de este término, utilizando mis vastos conocimientos del castellano, la sociología, la psicología y la marina. Y la historia.
La Real Academia de la Lengua dice del dichoso término lo siguiente:
verga
(Del lat. virga).
1. f. pene.
2. f. Arco de acero de la ballesta.
3. f. vara (II palo largo y delgado).
4. f. Tira de plomo con ranuras en los cantos, que sirve para asegurar los vi-
46 47
y que eso es lo que no aceptaba, no que le manden a la casa de la verga, sino que en el camino, le interpreten.
Breve manual del uso de la palabra
en cuestión, con leve toque histórico:
a) Cuando decimos «¡Qué verga!» denotamos ira. Cuando una gringa va al Chota y dice «¡qué verga!», denota entusiasmo y agradecimiento a su agencia de viajes. Es decir aquí nomás ya podemos encontrar al menos dos tipos de verga: La primera es una interjección y la segunda un objetivo turístico.
b) Cuando envías a alguien a la casa de la verga, le estás diciendo que se vaya a la concha de su madre. Así mismo al decirle a tu pana «¡hola careverga!», expresas confianza y cariño. Pero si al que te chocó el carro le dices lo mismo, no quieres decir que su rostro es igual a un pene, sino que maneja como la verga. Manejar como la verga significa que eres busero. O taxista. Como vemos, acá tenemos cuatro vergas más que son: un destino indeseable de connotación familiar, una muestra de fraternidad, un adjetivo calificativo y un estado de ánimo al conducir vehículos, generalmente de forma imbécil.
Remitiéndonos a la historia —yo había ofrecido ser lo más académico posible—
también de «verga toledana» que, nos dice, es una medida antigua equivalente a dos codos. O sea que, quien tenga un pene del largo de una verga tiene derecho a sentirse agradecido. O está siendo redundante.
«Verga en alto», por su parte, denota que «la embarcación está pronta y expedita para navegar». De esta definición no diremos mucho porque solita se explica. ¡Leven ancas!
Ahora bien, al presidente Correa se han dedicado a exprimirle la paciencia —que ni tiene— con el «caso verga» en que se fue a meter por poner un ejemplo de interpretación de las palabras. El Presidente tenía toda la razón, sólo que ya les cayó mal a varios medios de comunicación importantes y la buena intención que tuvo, en definitiva, se le fue a la casa de la vara.
Él decía que no está bien usar términos peyorativamente y luego escudarse diciendo que pueden ser interpretados, si no me equivoco se quejaba de que le pusieron en un titular que ASALTÓ LA JUNTA BANCARIA y alguien le decía que ASALTO puede ser interpretado. Entonces el Presidente usó el ejemplo de la «verga» para explicar que si te dicen ándate a la casa de la verga, no te están diciendo que te vayas al hogar de los mástiles, sino a la casa de la verga mismo,
48 49
Analicemos un breve dato histórico: Hace algunos siglos un grupo de marineros discutían y hacían alarde del tamaño de sus penes, de la siguiente forma:
Marinero 1 (señalando el mástil del barco): «El mío se pone como esa verga cuando asoma tu hermana».
(Se escuchan las risas de toda la tripulación menos la del hermano).
Hermano: «Dirás aquello por lo podrido que está el mástil».
Marinero 1: «No, lo digo por lo parecido que se pone».
Hermano (que había estudiado lógica con el Emilio Cerezo): «Si tu pene se parece al mástil y al mástil lo llamamos verga, entonces tu pene es una verga y a juzgar por lo que he visto cuando te desnudas, tú eres el perfecto cara de verga.
Marinero 1: — ¿Ahhh?
(Se vuelven a escuchar risas de la tripulación, menos del marinero 2 que tiene una duda.)
Marinero 2: «Oye, ¿por qué decís que la verga está podrida, joder?».
Hermano: «Porque me lo dijo el capitán y en la próxima tormenta se partirá en pedazos y quedaremos a la deriva.
Tripulación: «¡Qué verga!».
¿Estamos claros?
el término «verga» apareció primero en la marina que en el calzoncillo. No es el único caso pues «carajo» es la canasta sobre el palo mayor donde se oteaba el horizonte y donde era muy incómodo ubicarse. Es así que «Ándate para el carajo» era un castigo aplicado a los marineros indisciplinados. El más famoso tipo que fue enviado al carajo en su debido momento fue Rodrigo de Triana. Hoy es un héroe, pero qué cagada le habrá hecho a Colón, me pregunto.
En cuanto a la verga, el paso del término naval a la mano se explica —sicológicamente— porque todos nos creemos dueños de (o quisiéramos tener) un miembro de dos codos de largo. A la cansada, la Real Academia de la Lengua terminó por aceptar «pene» como sinónimo de «verga» y, como vimos al principio de este tratado de vergología, por la frecuencia en su utilización, está en el número uno del citado diccionario.
La verga también está sometida a la Ley de la Relatividad. Verbigracia: Si a los mástiles más altos los hubiesen bautizado como «Escorpiones», en este mundo no existirían los carevergas y todos andaríamos con un escorpión en el calzoncillo, pero sin miedo. Pero el «Escorpión» Aristizábal viviría resentido. Y ninguna dama aceptaría que se sentó encima de uno.


Rafael Lugo

3 comentarios: